El proceso que seguimos es el siguiente y, para exponerlo de manera breve, me limitaré a presentar los pasos del proceso sin transcribir las conversaciones que mantuvimos el gerente y yo:

Paso 1: plantear un objetivo retador. La creatividad huye de la mediocridad de objetivos como un ratón de un gato. Se escapará y no habrá manera de atraparla. Además, no tiene sentido porque para un objetivo mediocre ya existen con seguridad miles de maneras de obtenerlo por lo que no vale la pena gastar materia gris en algo que ya está resuelto. La creatividad es estimulada por metas grandiosas, objetivos retadores, proyectos de futuro trascendentes.

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